Dar teta en público no es un delito

Mi Paz:

Hoy, las argentinas, protestonas y valientes como siempre, organizaron una #TetadaMasiva para solidarizarse con Constanza. Hace unos días, dos policías sacaron a Constanza de una plaza del barrio San Isidro por amamantar a su bebé de nueve meses en público.

Yo, a pesar de no haberte podido dar teta ni siquiera un mes, soy Constanza Santos.

De estar en Buenos Aires, estaría caminando contigo, colgada de mi pecho. Marcharía al lado de las cientos de mujeres que protestan y luchan por el derecho básico de poder alimentar libremente a sus hijas e hijos en el día, lugar y hora que quieran.

No doy teta —porque literalmente no pude— pero soy más Constanza que aún si hubiera podido hacerlo. Soy Constanza porque también tomé leche de mi madre, porque se lo que cuesta cada gota, porque entiendo el vínculo inquebrantable que se forma entre una madre y un hijx mientras se alimenta. Soy Constanza porque soy defensora de la libertad de mi cuerpo y de los derechos de absolutamente todos los seres humanos, especialmente los de las niñas y los niños.

Soy Constanza porque me levanto ante la censura hipócrita de quienes expresan su incomodidad al ver a un bebé tomando teta y no se escandalizan con la publicidad de quienes sexualizan a las mujeres con el único fin de vender. Porque soy yo, no el Estado y mucho menos la policía, quien tiene la autonomía de decidir qué hacer con mi cuerpo y cómo alimentar a mi familia.

Soy Constanza porque me niego a esconderme en un baño o en cuarto de dos por dos metros a alimentarte, hija mía; ¡como si estuviera cometiendo un delito!

Soy Constanza porque me muero de amor por ti y porque daría lo que fuera por poderte amamantar en una plaza, tal como lo hizo ella.

#RiseUpMariposas #RevolutionizeEducation #EducationRevolution #RevoluciónDeLaEducación #ReimagineEducation #Raisingworldchangers #NormalizeBreastFeeding #AmamantarEnPublico

Soy escritora

¡Hola, soy Pao!

Soy escritora, madre de tres Mariposas, y defensora de una revolución educativa. Me dedico a compartir mi camino, conocimiento y escritura para que otras madres despierten y aprendan a ser y cultivar almas realmente felices.

Lee otras cartas relacionadas

Conoce más de mi Lee LA HISTORIA DE MARIPOSAS

Ahora entiendo que la historia de Mariposas empezó alrededor de mis treinta años. En ese momento, ya había marcado muchas de las casillas que soñé con alcanzar en la vida. Yo juraba que era feliz. Sin embargo, poco después, me di cuenta de que había perdido el horizonte, no entendía el significado de la felicidad genuina y, por tanto, me resultaba imposible enseñarles a mis hijas a experimentarla.